Ben 10 Fan Fiction Wiki
Advertisement

El joven Ben de 16 años lloraba en silencio, hacía años que no lloraba. Sabía que era una nueva etapa, esta vez si sé había enojado con Argit y en definitiva, si pensaba dejar atrás esa vida.

¿Sería fácil esto? Para nada, fue una decisión que se podría decir, tomó 6 años.  


Pasado

Habían pasado par de meses desde lo sucedido, no habían llegado a un acuerdo.

El joven Ben de 10 años se encontraba a las afueras de la prisión, dejándose influenciar del joven Argit.

"Vamos Benny, haz tu parte ahora". Dijo de forma persuasiva, Argit.

Con un suspiro, el niño Ben se transformó en un alienígena pequeño y de silicón, era un sonorosian.

Los Plomeros que lo rodeaban se mantuvieron en distancia al ver al chico transformado.

"¡Oh, un sonorosian!" aplaudió con gran entusiasmo Argit, quien se escondía tras una gran roca. "Pon en la ONDA a estos acosadores ¡JA! ¿Entendiste? Es gracioso porque tú generas…. ¡Ay, olvidalo! ¡Solo gritales!"

Ben/Sonorosian no estaba seguro, no los quería lastimar, pero al igual que siempre, quería seguirle el juego a Argit.

"¡Oh no! Aquí viene :c…", dijo uno de los guardias.


La escena cambia a una distancia de unos 2 km del lugar. El Magistrado estaba armado, pero la mantenía guardada. Se encontraba solo con un rastreador, nuevamente el chico y Argit se estaban dando un "paseo" fuera de la prisión a la vez que causaban problemas.

El rastreador indicaba que no estaban muy lejos, pero eso no era lo que le preocupaba…. Le preocupaba que el pelotón que estaba delante de él los haya encontrado.

Hubo silencio en las afueras.

De pronto, un gran sonido se escuchó a la distancia y pudo ver varios árboles salir volando en conjunto con varios de los guardias. Ya los había encontrado.

El Magistrado guardó su rastreador y suspiró.


Nuevamente con Ben/Sonorosian y Argit, habían logrado alejar a los guardias.

"¡Eso es, eso es! YUJUUU", decía Argit a la vez que saltaba de felicidad.

Ben volvía a su forma humana con algo de decepción, se preguntaba si los guardias se encontraban bien.

"¡Oye! ", Argit chasqueaba los dedos frente a Ben sacándolo de sus pensamientos. "Aterriza, humano. Mira allá, son algunas de las armas que ellos traían". Su rostro se tornó con una mirada perversa "Algo me dice que esto se pondrá ¡inteeresante!".

Ben no decía nada al respecto, se mantenía en silencio observando al joven Argit correr hacia las armas y cargarlas. Hasta sostuvo una con la boca.

"Nestá nes no nos gatraparang", a puras penas Ben comprendió lo que Argit decía. Iba en su dirección cuando algo fue lanzado hacia Argit y lo pegó a un tronco de cabeza.

"Suficiente", salió el Magistrado apuntando al chico "¿Ya se divirtieron?".

Ben se quedó estupefacto, nuevamente agarrados en la masa.

"¡Benny, dale una probadita a este mequetrefe", vociferó Argit desde la distancia.

"No…", dijo el Magistrado sin detenerse, rumbo a arrestarlos.

Era cuestión de segundos para Ben decidir, el dispositivo se mantenía inactivo y Ben no sabía qué hacer.

"¿Benny? ¡¿Qué esperas?!", Argit vio como Ben se quedó allí sin hacer nada solo mirando al Magistrado acercarse. El Magistrado con calma lo capturó.

"Es la cuarta vez en estos meses que hacen esto. No puedo creerlo", decía con decepción el Magistrado. "Se supone que debes progresar, no caer en esto… Y precisamente hoy".

Ben se sorprendió al escuchar lo último que dijo, no lo podía creer, hoy era el día.

"¿A dónde quieres llegar? Trato de ayudarte y tú solo sigues a… esta basura espacial...", dijo con desprecio.

a esta basura espacial", lo último lo dijo con desprecio.

"¡Oye!", dijo Argit aludido, pero fue ignorado por ambos.

"¡No quiero ser duro contigo! ¡Sé que has pasado por mucho a tu corta edad, pero debes crecer!", esta vez decía en un tono fuerte.

Ben no decía nada. La verdad era que sabía que lo hacía mal, pero tampoco tenía muchas opciones, estas cosas eran como un suspiro para él.

El Magistrado se los llevó a ambos y los montó en un vehículo de los Plomeros.


Hoy era el día que llevaban tiempo esperando, el día de su juicio definitivo. La Alta Corte de la Galaxia llevaba semanas discutiendo el caso, pero hoy se daría el veredicto.

No hicieron más que llegar para ir al juicio, no le dio tiempo a Ben ni siquiera pensar.

"Pase lo que pase… ¡Nooo me dejes, Benny! No con estos psicópatas", fue lo que le dijo Argit antes de ser separado de Ben.

Ben permaneció al lado del Magistrado. Observaba cómo un guardia se llevaba a Argit quedándose él a solas con Gilhil. Hubo un gran silencio, ni siquiera se intercambiaban miradas.

El Magistrado escoltó a Ben hacia el Gran Salón. Allí se llevaría a cabo todo.


La puerta detectó la placa del Magistrado, abriéndose al instante en autorización.

El Gran Salón era enorme, presentaba la zona que había visto antes, pero había una especie de holograma en la mitad que extendía la zona hacia algo que parecía ser el espacio. Se llevaría a cabo un juicio intergaláctico, con jueces de diversas especies de toda la galaxia. Este "holograma" los mostraba a todos y la verdad que eran demasiados para Ben contarlos.

Estaban las personas en el "holograma" y también, de forma física, habían muchos Plomeros. Todos estaban presentes para este juicio.

Después del largo silencio que llevaban el Magistrado y Ben, este dijo unas palabras.

"Buena suerte, muchacho…", dijo Gilhil en un tono bajo. Sabía que no podía hacer mucho por el chico. A partir de aquí, Ben tendría que entrar solo, Gilhil no lo podía acompañar.

Ben no dijo una palabra. Ni siquiera miró al Magistrado a los ojos, estaba un poco nervioso. La verdad que su conducta no había sido la mejor en estas últimas semanas.

De forma tímida, Ben se adentra solo a ese gran espacio. Solo se sentía con un poco de confianza con el Magistrado, pero no se acercaba a nadie más, ni siquiera con su abogado defensor.

Una vez llegado a su sitio, hubo un gran silencio. Para la cantidad de personas que había en el lugar, se podía decir que el silencio era hasta perturbador. Solo se escuchaban unos pasos acercarse desde la parte del holograma.

"Juez presente", dijo una voz masculina grave. Ben no logró ver quien lo dijo.

Un alienígena humanoide de casi unos 2 metros de altura, se acercaba al lugar. Era delgado, con una vestimenta oscura que aparentaba una túnica, tenía líneas doradas alrededor de su cuello y luego a lo largo de ella. La apariencia de ese ser no perturbaba a Ben de por sí, en este trayecto había visto alienígenas más intimidantes, pero era la primera vez que veía uno que su cerebro protuía del cráneo. A Ben le pareció algo bizarro.

"Saludos, seres inteligentes de toda la galaxia", habló el juez. Su actitud era algo indiferente respecto a la posición del humano.

No pronunció una palabra más, solo se sentó en el estrado y frente a él, aparecían las anotaciones.

"He visto muchos casos a lo largo de los siglos, pero este es el más inusual", comentaba a la audiencia sin dejar de leer anotaciones. Así duró alrededor de 1 minuto.

Las anotaciones desaparecieron y él, por primera vez observó al humano.

Ben se sintió intimidado al sentir esos ojos sobre él, sabía que todo el mundo lo miraba en ese momento.

"Hmmm… los rumores que circulan sobre tu persona, hacen creer que eres más grande", dijo el Juez Tomstol a Ben. Era la primera vez que lo veía en persona, a pesar de que llevaban semanas discutiendo sobre el caso.

Ben solo tragó en seco.

"Se te describe como un ser imponente, temido, introvertido, blah blah…", mientras el juez seguía dando una larga lista de características por las que el chico era descrito, Ben se distrajo al ver entrar y sentarse a los Plomeros que justo había atacado esta mañana en su forma Sonorosian. Estaban vendados y uno aparentaba tener un brazo roto, ellos miraban a Ben con caras de enojo. Se sintió algo avergonzado. "... Letal e incluso, destructivo", finalmente Ben volvió a enfocarse en lo que decía el juez.

Al terminar, el juez mantuvo su mirada desafiante sobre Ben. Este aún no comentaba nada.

"¿Lograron contactar al creador?", le preguntó el juez a la Magistrata, sin apartar la mirada del niño.

"Hemos intentado tener contacto con el creador, pero en vano han sido los esfuerzos", dijo con rectitud la Magistrata.

"Hmmm…", el juez se sentó en un asiento de forma pensativa. "El jurado ha llegado a un veredicto"...

El momento había llegado…

"La Alta Corte ha tomado en cuenta las circunstancias en las que se ha producido el caso. Es bien sabido, que esta criatura humana ha pasado por mucho, pero dadas las circunstancias y su tropismo hacia actos vandálicos le han restado mucho. Dejar el arma más poderosa del universo vagando junto a un niño humano altamente peligroso es algo de lo que no nos podemos dar el lujo …. La Alta Corte decide que debe permanecer en custodia bajo Máxima Seguridad… " dio par de golpes con el mazo en la mesa.


A pesar de haber sido encerrado en Máxima Seguridad y recibir un trato único por un tiempo. Se las arreglaba para volver a reunirse con Argit y hacer de las suyas. Aprendió a conseguir las cosas por medio del vandalismo.

Llegó un punto en que los Plomeros ya no lo pudieron contener más. Después de ese juicio, a lo largo de los años fue sometido a varios juicios más. Las visitas hacia el juez intergaláctico, el juez Tomstol, se volvieron más frecuente de lo esperado. Cada vez que el juez veía a Ben, no podía contener las palabras de desprecio y vergüenza. La verdad era que no le tenía miedo.


Presente

"¿Ya estás listo?", escuchó en su habitación una voz conocida, pero no podía creer que la estaba escuchando. Era la voz del juez Tomstol. Se levantó asustado y miró los alrededores de su habitación. No había nadie allí.

Caminó lentamente buscando en los pequeños rincones del lugar, pero en definitiva estaba solo.

"Joven Tennyson, ¡¿te pregunté que si ya estabas listo?!", esta vez lo escuchó más fuerte y dejó de ver su habitación.

Se había transportado a un juicio. No lo podía creer, estaba atónito. ¿Qué rayos estaba pasando?

Estaba en el medio de la Gran Sala de Juicio, aquella que solo había visto por hologramas desde el Gran Salón de los Plomeros, pero que ahora estaba presente. Habían más seres de los que había visto antes y no lo podía creer, frente a él estaba el juez Tomstol, en persona. No un holograma. Estaba con su habitual mazo en las manos, jugueteaba con él esperando la respuesta de Ben.

Ben no sabía qué responder. La verdad que fue agarrado por sorpresa, ni siquiera se había quitado las lágrimas de los ojos.

"Hmmm… yo… yo….", suspiró y bajó la cabeza. "No estoy seguro, su señoría".

"Hum!, eres un joven inteligente y capaz, pero altamente influenciable. Y…Tus influencias te han llevado por mal camino", dijo el juez aún jugueteando con su mazo, no posó su mirada sobre Ben.

Ben no sabía qué responder. A lo largo de su tiempo en custodia, había sido sometido a rehabilitación, clases y demás cosas para distraerlo, pero siempre fue reincidente. Sabía que hacía lo incorrecto y se había esforzado en seguir el camino recto, pero siempre recaía.

Ben suspiró y no le respondió al juez de una vez. Mantuvo su mirada en el suelo.

"Solo quería recuperar mi vida… ", lo dijo en voz baja, fue lo único que le salió.

El juez dejó de juguetear con el mazo y por primera vez en esta sección miró a Ben. "¡¿Y qué esperas para eso, muchacho?!", dijo señalando a Ben con el mazo. "¡Hazlo, pero hazlo de la manera correcta! ". No agregó nada más, solo dio 2 golpes con el mazo.

Las personas allí presentes que estaban viendo ese juicio, comenzaron a "desvanecerse" poco a poco hasta quedar el juez, quien volvió a juguetear con su mazo y dejó de mirar a Ben. Fue el último en desaparecer.

Ben se había levantado exaltado del suelo. Estaba nuevamente en su apartamento. Todo tranquilo y normal. Miró, desconcertado, a todo su apartamento hasta toparse con un espejo medio roto que colgaba en una pared. Allí vio su reflejo y vio que aún tenía los ojos hinchados y aún lagrimas en las mejillas. ¿Habrá sido un sueño? ¿Se había quedado dormido mientras lloraba?

No lo sabía, pero no olvidaría esas palabras. La verdad, tenía mucho en que reflexionar.

Advertisement